Hace unas semanas tuve la oportunidad de visitar, y en mi caso particular de descubrir, el Centro Niemeyer de Avilés, por cierto una ciudad preciosa, y más aún desde que han dejado todo el centro urbano arreglado, accesible, bonito...
Era mucha la gente que me hablaba de él, pero por más que pasaba cerca del lugar yendo a uno u otro sitio, nunca había tenido la oportunidad de parar y darme un paseo por allí, de fotografiar, de buscar la luz y la localización para la foto...
Ya según te acercas con el coche te llama la atención el enorme "huevo frito" (así es como lo denominó un amigo asturiano) de su cúpula, y por supuesto el blanco de su construcción. Casi que hay que tener más cuidado con la conducción por lo llamativo que es.
Una vez aparcado, algo difícil si quieres hacerlo cerca del Centro todo sea dicho, te vas maravillando poco a poco de lo fascinante de la arquitectura moderna, de sus ángulos y curvas, de sus colores, de sus accesos espectaculares y coloridos... todo un festival para los que somos fotógrafos, ya que inmediatamente empiezas a componer en tu mente y a imaginarte como quedarán las fotos.
Creo que conocer este sitio es algo obligado, y más aún desde que está en boca de todos los asturianos (y muchos más) por lo que supone su mantenimiento, amortización..., simplemente por decir aquello de "yo he estado ahí".
Yo la verdad es que disfruté mucho fotografiando aquella tarde, sobre todo cuando me imaginaba haciendo sesiones de post-boda o trash the dress. La verdad es que el lugar da para ello.
Animo a todo el mundo a que vaya a visitarlo, y ya de paso a darse una vuelta por Avilés. Estoy seguro que no decepcionará a nadie.
Os dejo algunas fotografías que tomé aquella tarde, espero que os gusten.
Jesús
Era mucha la gente que me hablaba de él, pero por más que pasaba cerca del lugar yendo a uno u otro sitio, nunca había tenido la oportunidad de parar y darme un paseo por allí, de fotografiar, de buscar la luz y la localización para la foto...
Ya según te acercas con el coche te llama la atención el enorme "huevo frito" (así es como lo denominó un amigo asturiano) de su cúpula, y por supuesto el blanco de su construcción. Casi que hay que tener más cuidado con la conducción por lo llamativo que es.
Una vez aparcado, algo difícil si quieres hacerlo cerca del Centro todo sea dicho, te vas maravillando poco a poco de lo fascinante de la arquitectura moderna, de sus ángulos y curvas, de sus colores, de sus accesos espectaculares y coloridos... todo un festival para los que somos fotógrafos, ya que inmediatamente empiezas a componer en tu mente y a imaginarte como quedarán las fotos.
Creo que conocer este sitio es algo obligado, y más aún desde que está en boca de todos los asturianos (y muchos más) por lo que supone su mantenimiento, amortización..., simplemente por decir aquello de "yo he estado ahí".
Yo la verdad es que disfruté mucho fotografiando aquella tarde, sobre todo cuando me imaginaba haciendo sesiones de post-boda o trash the dress. La verdad es que el lugar da para ello.
Animo a todo el mundo a que vaya a visitarlo, y ya de paso a darse una vuelta por Avilés. Estoy seguro que no decepcionará a nadie.
Os dejo algunas fotografías que tomé aquella tarde, espero que os gusten.
Jesús
No hay comentarios:
Publicar un comentario